El tiempo parecía no avanzar comparado al cielo, que con sus notorias nubes mostraba el cambio de pocisión que hacia a cada rato y yo, mientras, contemplaba la escena con los ojos tan abiertos que parecían que iban a saltar. Pero mi cabeza y mis ideas estaban en otro mundo, se habían escapado de la realidad y se habían sometido en otro más ficticio. Resaltaban los colores de las escenas que tenía programadas en mi mente, era como si cobrara vida todos esos detalles inexistentes. Las pocas palabras que recordaba de aquel viejo amor se cernían sobre mis dudas melancólicas y volvía a sentirme inhumano. Mi corazón palpitaba tan aceleradamente, que creía que me iba a ahogar, por recuerdos complejos de mi vida y mis ojos se humedecían.
No entiendo porque te odio y te amo a la vez. No entiendo porque vos y no otra persona. No entiendo porque a pesar de todo, sigo tan loco y poco razonable. Espero seguir viviendo para encontrar la respuesta. Esperaré en silencio, como siempre te he esperado.