Las canciones ya no causan el mismo efecto que me hacían sentir cuando te había perdido y creí que sería sin ti, infeliz. Ya no duelen aquellas palabras, pocas y bien claras, que me dijiste antes de partir. Las heridas cerraron y una nueva vida comenzó, hace ya bastante. Pero quiero confesarte que soy más feliz de lo que era cuando vivía en melancolía. Ya recordaras momentos de alegría que compartimos, besos que quedaron en su tiempo, marcados, como el pasado, lejos donde aún no pueda recordar. Pensaste tanto que al final te olvidaste de lo que realmente importaba, pero basta me dije un día y acá estoy vivo. Sigo y siendo feliz. Tratando de esquivar las malas situaciones. Llegan nuevas oportunidades y se visualizan nuevos caminos, más limpios y prolijos. Claramente puedo ver todo, exactamente, como quise.